El siguiente post de nuestro blog lo dedicamos a un punto clave del Camino de Santiago, la ciudad de Nájera, en La Rioja.

UN POCO DE HISTORIA NAJERENSE

La ciudad de Nájera, de origen prerromano, figura en el famoso Códice Calixtino que constituyó la primera guía de la Ruta Xacobea, desde que Sancho III El Mayor decidió convertirla en la capital del Reino de Navarra entre los años 923 y 1076. 

Asimismo, en este lugar se ubica la mítica batalla entre Roldán y Ferragut, tan destacable en la mitología cristiana y que justifica la relevancia jacobea de esta ciudad. 

Dicha trascendencia puede verse reflejada en las hospederías y hospitales del pueblo, que favorecieron las peregrinaciones a Santiago de Compostela. Por ejemplo, el del Emperador -fundado por Alfonso VI de Castilla-, el de Nuestra Señora de La Piedad o probablemente el más famoso, el hospital de San Lázaro. Este último se encuentra próximo al puente sobre el río Najerilla, atribuido a San Juan de Ortega y paso obligado para los peregrinos, que a día de hoy utilizan el nuevo viaducto construido en 1886.

SANTA MARÍA LA REAL Y LOS PRIORATOS DEL CAMINO

 El monasterio de Santa María la Real fue fundado en el siglo XI, a pesar de tener que ser reconstruido en el siglo XV y XVI bajo el mandato del rey García. Según la leyenda, mientras el monarca seguía a uno de sus halcones, encontró en una cueva una imagen de la Virgen con el Niño junto a una lámpara, una campana y las aves extasiadas. 

El soberano lo interpretó como una visión de la conquista de Calahorra, por lo que construyó el templo en honor a la Virgen y lo encomendó a la Regla de San Isidoro. Esto es, una comunidad de canónigos que asistían a los peregrinos en el hospital contiguo y dotaban a la localidad de albergues y servicios a favor de los romeros.

EL CAMINO DE LOS MONASTERIOS

Más adelante, Alfonso VI introdujo a los cluniacenses, un grupo de benedictinos que establecieron una galería de prioratos a lo largo del Camino, como si de una cadena de hostelería se tratase. 

Además, implantó el oficio de limosnero, diferente del de hospedero, para atender a los hospitales unidos a los monasterios. De esta manera, paralelamente al hospital y la alberguería, los monjes determinaron aquí un punto de acogida que contaba con comedores para enfermos y peregrinos en baja forma, a quienes dedicaba sus afanes el limosnero.

¿QUÉ VISITAR EN NÁJERA?

Todos aquellos que visitan esta ciudad saben que deben hacer una visita imprescindible al principal monumento de la localidad: el monasterio de Santa María la Real. 

Por un lado, cabe destacar que actualmente el monasterio de Santa María está regido por una comunidad franciscana, donde se conserva la talla de la Virgen encontrada por García en 1044. Por otro lado, vale la pena visitar el panteón real, donde yacen multitud de reyes tanto castellanos como navarros.

Sin embargo, no son tantos los que se acercan a visitar el lugar donde vivían los reyes. En su origen, el Alcázar de Nájera fue una fortaleza musulmana, y una vez tomada, también fue corte de los reyes navarros.

Para aquellos que se consideran amantes de la Edad Media, no pueden marcharse de Nájera sin antes haber visitado el barrio viejo. Este, caracterizado por sus impresionantes cerros desde los que contemplar numerosas cuevas que forman parte de un conjunto más amplio que flanquea el río Najerilla, a lo largo de varios kilómetros. En uno de los cerros, se alzó el castillo medieval que defendió la ciudad durante muchos años.

Otros lugares a resaltar en Nájera son, indudablemente, el Museo Histórico Arqueológico, el convento de Santa Elena, la iglesia de la Santa Cruz y por último, aunque no menos importante, la antigua iglesia de San Miguel que pasó a ser una Casa de Cultura. Lo que se puede decir a ciencia cierta, es que Nájera es un lugar único, lleno de magia y con una gran historia de su pasado.